viernes, 21 de diciembre de 2012

542.- Madres en la India





Madres en la India


por Tomasz Kwaśniewski

"Se alejaron de sus familias no queriendo exponerlas a la exclusión. O quizás fueron expulsadas de ellas". Conversación con el fotógrafo Adam Rostkowsk 

¿Quiénes son esas mujeres?

Leprosas. Rechazadas. En la India, si enfermas de lepra, pierdes todo. La casa, el trabajo, el lugar en la sociedad. Y no solo vos, sino también toda tu familia. Todos aterrizan en una colonia de leprosos. Basta con que aparezca una manchita blanca en tu cuerpo moreno y alguien se entere.

Conozco a un hombre, quien al comprobar que tenía lepra, le dijo a su esposa que estaba 'libre' y se marchó. Lo hizo por amor. Porque de otro modo, por su culpa, ella también sería rechazada.

¿También alcanza a los ricos?

La lepra alcanza a todo el mundo, pero los ricos tienen medios para ocultarlo mejor. También tienen medios para viajar a alguna parte donde sean anónimos y allí consultar con un médico. Porque la lepra se cura con antibióticos. El tratamiento dura un año y cuesta entre 20 y 50 dólares. ¡El tratamiento completo!

El problema es que en la India casi no se habla del tema. No hay campaña de concienciación sobre la cura de la lepra. Y casi no hay lugares para hacerlo, porque los médicos, como todos, también tienen miedo de contagiarse. Por otra parte, para la gente, aunque te cures, sigues siendo una persona con lepra. Tu y tu familia seguís despertando temor y repugnancia.

Esa mujer de la foto no queriendo exponer al rechazo a su esposo, hijos e hijas, se fue sola, como tantas otras, o fueron echadas por ellos. Y así fueron a parar al Vridha Aashram, a la "casa de ancianos". O sea, una casa para las personas rechazadas.

¿Y usted cómo fue a dar allí?

Me enteré de la "casa de ancianos" por Saru, una pupila de la misión Jeevodaya. Es una misión en India central fundada en 1969 por un cura palotino polaco, Adam Wiśniewski, que se ocupa de las personas enfermas y de la prole de familias enfermas de lepra. Trabajo para ellos hace seis años. Es decir, hago de todo: hago la contabilidad, escaneo fotos, hablo sobre la lepra, organizo... Por ejemplo, una colecta de juguetes.

Mama Saru trabaja en la "casa de ancianos" cercana a la ciudad de Raigarh. Ningún lugareño quiso llevarnos hasta allí; tanto es el miedo al contagio. Tuvimos que pagar realmente una buena suma.

¿Usted no tiene miedo?

La inmunidad de los europeos, en general de los blancos, es muy superior a de los que ingieren alimentos pobres en vitaminas. Además, yo sé que es curable.

Pasamos por la colonia hasta un lugar donde había dos casas. A la izquierda las mujeres, a la derecha los varones. En la de la izquierda mama Saru. Faltaba poco para el almuerzo, estaba sentada sobre una alfombra sobre la que el y jugaban a las cartas con los guardias; ellos también son leprosos.

En el patio, junto a la entrada, estaban sentadas dos mujeres con pelo, que es algo raro. Más allá había otras. Una era ciega. La lepra le quitado la vista.

Las mujeres mayores en la India no usan corpiño. Si se cubren, es sólo con una parte del sari. Cuando me vieron, comenzaron a cubrirse, a arreglarse el pelo, a acercarse. Yo era una atracción. Más aún que precisamente se había ido la luz -así se dice por ahí- y no podían mirar la televisión.  Una de ellas estaba tan encorvada que no podía enderezarse. A otra le faltaban pedazos de pies. Y otra más tenía zapatos hechos con neumáticos.

Se acercaban, se postraban en tierra y me tocaban los pies. Así saludan las mujeres del estado de Orissa. La que tenía solo parte de sus pies tenía unos protectores de rodillas adheridos al sari, para no lastimarse.

Y así, a cuatro patas, se me acerca una viejita leprosa. Con la cabeza toca la tierra y los dedos de mis pies. Sentía cómo me caían las lágrimas, pero tenía que seguir de pie, porque así es la costumbre. Y cuando ya me habían saludado cinco o seis de las mujeres, se me acercó la última y se me echó en los brazos. Le faltaba la nariz, no tenía dedos, pero se reía todo el tiempo. Bellísima.

¿Y esas heridas de qué son?

La lepra consiste en la muerte de las terminaciones nerviosas; sencillamente dejas de sentir. Y las heridas aparecen porque si te lastimas, quemas  etc., ya no cicatrizan; es tejido muerto, es decir, es carne en descomposición y hiede. Y atrae a gusanos, lauchas y ratas. En las colonias de leprosos hay lauchas por todos lados, hasta tal punto que por la noche se acercan y mordisquean hasta los pies de la gente sana.

Después resultó que esa mujer hermosa, la alegre, era la responsable de la casa. Y ella fue la que me dijo: "almurzá con nosotras". Pensé: ¿yo?, semejante gordo y ellas están tan delgaditas, pobres, hay tan poca comida -porque la casa se sustenta solo de lo que les da la gente ¡¿Y yo les iba a comer su comida?!

¿Y si no, habrías comido?

Me la comí, porque ellas, de todos modos,  me mandaron la comida a la de los padres de Saru.

¿No te dio asco?

¿Cual?

Bueno... que la comida había sido preparada por... Nunca me intoxiqué en India. Bueno, una vez. En una cena de los curas palotinos.

Cuando comenzaron los preparativos para la comida, saqué la cámara y comencé a sacar fotos. De paso conocí sus nombres: Sudesha, Urvashi, Samari, Sulobaai. Y mientras las estaba mirando pensé que nunca había visto tanta belleza junta.

¿Dónde está esa belleza?

Las miras y ves todo. Todas sus historias. Tristeza.  alegría. Eso no se puede contar. Tienes que mirarlas a los ojos. Y algo dentro tuyo se rompe. ¿No te pasa?

Yo veo lepra.

Pero yo hice esas fotos porque quería mostrar la belleza. Esos hermosos ojos, esos rostros, y no la enfermedad que todos temen. Fue algo muy íntimo. Todo fotógrafo debería tener un espacio así solo para él, no para la venta.

Pero usted vende precisamente esas fotos.

¿Entonces me las van a pagar?

Por supuesto.

Entonces que el dinero sea para esas mujeres.

541.- La Mariposa de Yegen



La Mariposa de Yegen

por Catalina Lara *


En 1904 estrenaba Puccini en Milán su ópera Madama Butterfly, cuya historia de amor, abandono y muerte consiguió cristalizar en hermosas arias y dulces pasajes corales. Seguro que muchas personas la hemos conocido, sufrido y disfrutado con ella. Lo que quizá no tantos conocíamos es que en nuestro país, en el pueblo granadino de Yegen, en la Alpujarra, ocurrió veintitantos años después casi, casi, la misma historia.

Si recordamos el libreto de Madama Butterfly, la acción se situaba en Japón, a principios del siglo XX. Es la época en que el gobierno de los Estados Unidos trata de establecer relaciones comerciales con ese país, y para ello envía delegaciones diplomáticas y militares. En una de ellas va el teniente Pinkerton, hombre de mundo, maduro y con cierto espíritu aventurero. Al llegar, alguien le aconseja que tome una geisha que haga su estancia agradable. Encuentra a Cio-Cio, una joven de 15 años, ingenua, pobre y hermosa. Tras un simulacro de matrimonio, ella, a quien él llamará Butterfly (Mariposa), se le entrega en cuerpo y alma. Cuando termina sus negocios en Japón, Pinkerton la abandona y regresa a su país. Después nace un niño. Butterfly, repudiada por su familia, espera sola el regreso de su amor, cría a su hijo, sueña y canta (Un bonito día veremos/ levantarse un hilillo de humo/ en los confines del mar y después/ veremos aparecer la nave ….).

El Pinkerton de Yegen no era americano, sino inglés. No vino enviado por su gobierno, sino por propia iniciativa: era, o quería ser, hispanista y en España se vivía bien y muy barato. Pero llegó a Yegen igualmente dispuesto a buscar una chica autóctona que le hiciera agradable su estancia. La encontró. Se llamaba Juliana Pelegrina, tenía 15 años y, como Butterfly, era ingenua, pobre, analfabeta y hermosa. 


Gerald Brenan, ese era su nombre, la sedujo, la llevó a su casa como sirvienta y amante, y la entretuvo con promesas de matrimonio. Un año después la abandonó y dejó el pueblo. En 1931 nació una niña rubia de ojos claros. No sabemos si Juliana cantó bellas canciones criando a su hija y esperando el regreso de su seductor. Sí sabemos que, marginada en el pueblo como madre soltera y amante de un extranjero, volvió a vivir con su familia en la pobreza hasta que la niña tuvo tres años.

En la ópera, Pinkerton vuelve. Aunque no como sueña Butterfly, para vivir con ella y su hijo para siempre. Vuelve con su esposa, americana por supuesto, casado esta vez de verdad, y viene con el único fin de llevarse a su hijo para educarlo adecuadamente en su país. Brenan también volvió. Igual que Pinkerton, con su legítima esposa también americana, y con la misma finalidad: llevarse a su hija para educarla como correspondía a su linaje y posición, con la total aquiescencia de su esposa, que no podía tener hijos propios.


Cio-Cio y Juliana lloraron, suplicaron, de nada sirvió. El padre reclamaba sus derechos y la ley se los concedía. Butterfly no pudo soportar el golpe, se despidió de su hijo y se dio la muerte. Afortunadamente, Juliana decidió vivir en la esperanza de poder reencontrar a su hija algún día. Se trasladó a Granada, se casó, tuvo otros cuatro hijos, y murió en 1979 sin haber podido cumplir su sueño.

La tristísima historia de nuestra Mariposa de Yegen, la vida imitando perversamente al arte, nos la cuenta el periodista Antonio Ramos Espejo en su libro Ciega en Granada, publicado por el Centro Andaluz del Libro. Pero lo curioso es que también nos la contó el propio Brenan en su Memoria personal (1920-1978), como si fuera lo más natural del mundo. Buscando o contando con la complicidad de sus lectores, nos describió con todo lujo de detalles, en el capítulo Un año en Yegen, su estrategia de seducción y la naturaleza de su relación. Bastante más fríamente, unos capítulos después, el momento en que “nos pusimos camino de Inglaterra llevando con nosotros a mi hija Miranda. Era una extraña criaturita, muy retrasada debido a como la habían criado, y todavía demasiado tímida para hablar con nosotros, pero de alguna manera se daba cuenta de que se abría ante ella un futuro mejor y estaba contenta de separarse de su madre, que se ocupaba muy poco de ella, para cambiar de vida”. El relato de Ramos Espejo nos suena sorprendentemente a inédito, porque él nos lo cuenta desde el otro lado, desde las vivencias y recuerdos de Isabel, hermana de Juliana, y ha sabido poner de relieve la nada natural situación de poder de Brenan y de indefensión de Juliana, los 34 años de él y los 15 de ella, la terrible desigualdad social, cultural y moral de su relación y el golpe que le supuso perder a su hija.

Y no podemos dejar de pensar en cuantas mariposas, antes y después de Puccini o de Ramos Espejo, han quemado sus tiernas alas apenas casi sin terminar su eclosión de la crisálida, sin que nadie lo cuente, abrasadas por el deslumbramiento, el abuso, el engaño, el abandono, el desgarro, el dolor.

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* Catalina Lara es catedrática de Bioquímica y Biología Molecular de la Universidad de Sevilla.

540.- MUJERES MARROQUÍES EN TRANSICIÓN ( II )




MUJERES MARROQUÍES EN TRANSICIÓN 
(segunda parte)*



por Mª Dolores López Enamorado

Mudawwana o Código de Estatuto Personal
En esta segunda parte la autora analiza principalmente la reforma de la Mudawwana o Código de Estatuto Personal y la polémica que dicha reforma ha suscitado en Marruecos entre la oligarquía religiosa y la derecha más recalcitrante

La Mudawwana marroquí y sus reformas.

Es precisamente en este terreno donde se ha concentrado el debate. En ese mar de opiniones que el Plan ha generado, la cuestión que más polémica suscita es la relativa a la reforma de la Mudawwana o Código de Estatuto Personal, por todo lo que ésta conlleva en cuanto a la situación de la mujer en la vida privada y pública del país vecino. A este respecto Cristina Alberdi ha señalado:

"Reformar los códigos familiares, las leyes que han recluido a las mujeres a su trabajo tradicional y doméstico, combatir la discriminación que sufren las mujeres en el ámbito económico y social, eliminar la violencia contra las mujeres, las vejaciones que atentan contra su integridad física y contra su dignidad, lograr el acceso a los servicios de salud, a la planificación familiar y a la información, son los objetivos de las mujeres en los países del Maghreb, y son elementos clave para afrontar cualquier proyecto social de cambio y modernización "34.

Los Códigos de Estatuto Personal o Códigos de Familia son los que regulan la esfera de la vida privada en los países islámicos. Éstos se inspiran en la ley religiosa islámica (charía). En ellos es evidente el principio de autoridad del hombre sobre la mujer, reflejo de la sociedad patriarcal35en la que estos códigos están en vigor36. "Quien falta a ellos o no comparte la ideología sobre la que se sustenta, no sólo contraviene la ley, y es penalizado por ello, sino que atenta contra Dios y contra la tradición"37. En los países del Magreb el derecho moderno se aplica en materia constitucional, administrativa, comercial, bancaria y penal, mientras que el derecho de familia (es decir, los Códigos de Estatuto familiar o personal) continúa dependiendo casi exclusivamente del derecho islámico clásico38.

El Código de Estatuto Personal marroquí remonta sus orígenes al año 1957, un año después de la independencia de Marruecos39. Ese año el líder nacionalista y jefe del partido Istiqlal, Allal el-Fasi, presidió un comité encargado de redactar la primera Mudawwana o Código de Estatuto Personal. En él se condenaba a la mujer a ser menor de edad toda su vida, autorizaba la poligamia y el repudio, el derecho del hombre a la tutela legal de los hijos, el derecho a la fidelidad y obediencia de la esposa, e imponía un tutor para validar su matrimonio40. A grandes rasgos, el Código dejaba bien claro que el hombre debía ejercer la autoridad, y la mujer la sumisión.41 Este primer Código pasó por varias reformas, o mejor dicho, por varios intentos de reforma, ya que éstos no acabaron de consolidarse. Y esto fue así hasta 1992, cuando las mujeres se movilizaron aprovechando el anuncio de elecciones legislativas para el año 1993, y, unidas en la Unión de Acción Femenina, en la que estaban implicadas las principales asociaciones de mujeres de Marruecos, lanzaron una campaña para la reforma de la Mudawwana42. Un millón de firmas apoyaban las peticiones fundamentales: supresión de la poligamia, del tutor matrimonial, igualdad de derechos y obligaciones para los dos esposos, implantación del divorcio jurídico, y equiparación de la tutela de la mujer sobre los hijos. En este debate se implicaron todos los sectores políticos y sociales de Marruecos. Los islamistas radicalizaron sus protestas contra la reforma de la Mudawwana. Cuando la polémica alcanzó su punto álgido, el rey intervino. El 20 de agostode 1992 se dirigió en un discurso a las militantes feministas, y sus palabras acallaron de un golpe las voces de las mujeres:

He oído y escuchado tus quejas en relación a la Mudawana o a la aplicación de ésta. Que sepas, Mi querida hija, mujer marroquí, que la Mudawana es un asunto de Mi incumbencia. Es a Mí a quien corresponde la responsabilidad de la Mudawana o de su no-aplicación. Dirígete a Mí. Guárdate de mezclar, durante la campaña del referéndum y de las campañas electorales que la seguirán, lo que corresponde al ámbito de tu religión y lo que pertenece a lo temporal y lo político...

Mujer marroquí, dirígete a Mí, escribe al Gabinete Real. Asociaciones femeninas, dirigid vuestras observaciones, vuestras críticas, quejas, y todo lo que os parezca que perjudica a la mujer y a su futuro, al Rey de Marruecos, que en tanto que Comendador de los Creyentes, tiene competencia para aplicar el último versículo revelado al Profeta -la Bendición de Dios caiga sobre él:

Hoy he hecho vuestra religión perfecta. He concluido Mi gracia sobre vosotros"43.


El 17 de septiembre de ese mismo año, la Asamblea Democrática de Mujeres Marroquíes presentó al Rey un informe en el que se planteaban los puntos a reformar del Código de Estatuto Personal.44 Pocos días después, el 29 de septiembre de 1992, Hasán II se reunió con las representantes de las asociaciones de mujeres de Marruecos. En el discurso pronunciado en esa reunión el rey reconoce:

Hay, ciertamente, obstáculos que impiden a la mujer marroquí disfrutar de la tranquilidad y de la libertad del ejercicio de sus derechos (...) Yo quiero que la mujer marroquí -y esto no puede hacerse en una o dos semanas, no al menos en un año, ya que se trata de la aplicación de los textos- pueda vivir en la tranquilidad y que pueda manifestarlo, tanto dentro del país como en el extranjero y que las legislaciones a su favor se tomen como modelo yejemplo a seguir.

(...)

Es por ello por lo que reuniré a un grupo de ulemas a los que pediré que Me preparen una propuesta y que Me hagan sugerencias sobre los puntos que recogen vuestros informes, y si las dos partes llegan a ponerse de acuerdo, Nosotros procederemos entonces a las enmiendas necesarias de los artículos de la Mudawwana con el fin de llegar a una mejor situación. Si no hay acuerdo, no os volveréis a reunir, porque yo no quiero que se diga que el hombre se ha levantado contra la mujer y que un conflicto ha estallado en el seno de la sociedad marroquí por el hecho de que una desavenencia opone al hombre y a la mujer. Esta situación ha de ser evitada, ya que la conmoción afectará a nuestros niños.

Si no llegáis a un acuerdo, Yo asumiré entonces Mis responsabilidades en cuanto Comendador de los Creyentes y padre de familia, pero sobre todo en cuanto Comendador de los Creyentes que respeta la religión y la Sunna45.


En septiembre de 199346se hicieron públicas las reformas, elaboradas por los ulemas (teólogos y juristas del Islam) y ratificadas por el Rey. Con ello quedaba claro que las reformas eran competencia de la religión, y no de la sociedad civil o de los políticos. Las enmiendas realizadas, a grandes rasgos, fueron las siguientes:

- Respecto al tutor matrimonial, la mujer huérfana, divorciada o viuda puede casarse sin tener tutor. La que tiene padre debe tener su autorización.

- Las mujeres que enviudan pueden tener la tutela de los hijos.

- El marido tiene que informar a la primera mujer de su intención de casarse con una segunda, e informar a la segunda de la existencia de la primera.

- La mujer no pierde el derecho a la custodia de sus hijos cuando contrae un nuevo matrimonio. Los hijos pueden elegir con cuál de sus progenitores desean vivir cuando cumplan 12 años en el caso de los niños, y 15 en el de las niñas.

- Hasta la reforma el hombre podía repudiar a la mujer aun sin que ella lo supiera. La enmienda obliga al hombre a tener una autorización del juez para tener el divorcio, y éste no la otorga hasta que no se han hecho varios intentos de reconciliación de la pareja.

Las enmiendas, que seguían siendo discriminatorias, decepcionaron a las mujeres de Marruecos, pues estaban muy lejos de las reivindicaciones que ellas habían hecho. Pero lo más importante es que abrieron el camino de las reformas; es decir, los cambios, por pequeños que fueran, desacralizaron la Mudawwana, que era considerada hasta entonces inamovible. Señala al respecto F. Zahra Tamouh, miembro de la Unión de Acción Femenina:"Lo más relevante de dicha reforma ha sido el hecho de que haya sido modificado un texto que se consideraba inalterable"47.


Las mujeres marroquíes siguieron reivindicando cambios. Y el Plan de Acción para la Integración de la Mujer al Desarrollo los recogió. Sin duda reformar la Mudawwana no parece, en principio tarea fácil. Además, ¿a quién corresponde su reforma? ¿Al gobierno? ¿A las autoridades religiosas? Realmente éste y otros códigos de familia no sólo son ley: son costumbres muy arraigadas en la sociedad que se convierten en leyes legitimadas por la religión. Los juristas y los ulemas, guardianes de los principios islámicos en el derecho marroquí, se niegan a reformarla por considerarla un texto inamovible. Los políticos de corte moderno alegan que Marruecos ha contraído diversos compromisos en foros internacionales que obligan a este país a subirse al carro de la modernidad, y, por tanto, a reformar leyes caducas, opresivas, discriminatorias y, sobre todo, que relegan a la mujer a un segundo plano. Los islamistas han expresado su protesta, y han calificado el plan con adjetivos nada halagüeños. El otro peso importante en este debate está constituido por un importantísimo número de asociaciones de diferente orientación, con una considerable influencia sobre diversos sectores de la sociedad, que defienden la reforma del Código. En ocasiones prima la pasión sobre la reflexión; en otras la opinión parte de un análisis exhaustivo de la realidad circundante. En todo caso la polémica está servida. Y, hasta que se decida si se acepta o no el Plan de Integración, al menos todo esto está sirviendo para que la sociedad marroquí se embarque en un debate sobre la situación de las mujeres que hubiera sido impensable hace unos años.

La Mudawwana y el Plan de Acción.

Centrándonos en la Mudawwana48, las medidas propuestas por el nuevo Plan de 1999, relativas a este Código de Estatuto Personal, están ordenadas en 14 puntos, de los que extraigo los fundamentales:

1. Se propone elevar la edad de matrimonio a 18 años para las chicas, conforme a la Convención sobre los Derechos del Niño, que Marruecos ratificó en junio de 1993.

2. Supresión de tutor matrimonial para las chicas mayores de edad, que podrán contraer matrimonio sin la intervención de éste

3. Supresión del repudio e instauración del divorcio judicial como única forma de romper el matrimonio. Éste podrá ser solicitado por cualquiera de ambos cónyuges, o de común acuerdo.

4. Supresión de la poligamia. Cualquier excepción a esto habrá de ser sometido al consentimiento de la primera esposa y a la decisión del juez.

5. Obligación de que la edad de custodia para los niños sea la misma, 15 años, independientemente de su sexo. En el Código vigente, este artículo señala: "La custodia dura, en el caso del varón, hasta los doce años y, en el caso de la mujer, hasta los 15. Desde esta edad el custodiado puede elegir residir con quien quiera, bien con su padre o con su madre o con cualquiera de los parientes indicados en el artículo 99'. De todas formas, este artículo 102 ya había sido modificado en la reforma parcial de la Mudawwana, hecha a través del decreto 1-93-347, en 1993. Hasta ese año la redacción era la siguiente: "La custodia dura, en el caso de la mujer, hasta la consumación del matrimonio y, en el caso del varón, hasta la pubertad"49.

6. El hecho de que la mujer divorciada vuelva a casarse no la hace perder su derecho a la custodia de sus hijos.

7. En caso de divorcio, la mujer tiene derecho a la mitad de los bienes adquiridos durante el matrimonio, a los que tiene derecho por haber contribuido a ellos con su trabajo, sea éste doméstico o asalariado.

8. Crear tribunales de familia, jueces y auxiliares de justicia especializados en estas materias, y reconocer a las mujeres jueces el derecho de legislar en materia de Estatuto Personal50.

Datos para una polémica: defensores y detractores del Plan.

De estos puntos hay algunos realmente controvertidos de cara a los sectores más conservadores de la realidad marroquí. Son los relativos a la abolición de la poligamia y el repudio, la supresión del tutor matrimonial y el que señala el derecho de la mujer al reparto equitativo de los bienes en caso de divorcio. Los islamistas defienden que estos puntos no deben ser sometidos a ningún tipo de reforma ni debate, ya que los textos sagrados que abordan estas cuestiones, el Corán y la Sunna, regulan estos aspectos sin lugar a discusión y sin margen alguno para la interpretación. Respecto a los otros puntos en la reforma de la Mudawwana, un importante sector de los detractores del Plan parece estar más abiertos al debate, aunque pone una sola condición: que las reformas sean estudiadas y aprobadas por los ulemas. Las mujeres islamistas juegan también un importante papel en este debate. Ellas defienden la necesidad de mejoras para la mujer, pero hechas desde el respeto a los principios fundamentales de la religión51. Creo, en este sentido, que las mujeres tienen mucho que decir, y que se está dando realmente una revolución bajo el velo. Por el contrario, algún que otro diputado del islamista Partido de la Justicia y el Desarrollo ha declarado públicamente la oposición de su partido a la totalidad del Plan.

En la oposición al Plan se dan cita asociaciones islamistas, ulemas52, el mencionado Partido de la Justicia y el Desarrollo, y el Movimiento de la Unicidad y la Reforma. Entre los que se opusieron al Plan también se encontraban representantes de los llamados sectores modernistas, como Áhmed Forkani, presidente de la Liga Nacional de la Defensa de la Familia y miembro del partido del gobierno (USFP)53.Entre sus acciones destacan los mítines, el reparto de cintas grabadas con sus alegatos, la recogida de firmas en lugares públicos, a la salida de las mezquitas, en los cafés, haciendo campaña puerta a puerta, campañas masivas de información, bloqueo de las asambleas de los partidarios de las reformas y de las reuniones de información organizadas por éstos...54 Por poner un ejemplo, a principios del año 2000 un grupo de mujeres con velo reventaba una reunión del Fórum Nacional de Solidaridad Femenina lanzando proclamas a favor de la ley coránica55. Según algunos islamistas el Plan ha sido preparado por "feministas manipuladas por una fuerza occidental exterior que trata de perjudicar al Islam a través de la desestabilización de la familia"56. El diputado islamista Mustafa Ramid alegaba en la Cámara de Representantes del 19 de enero de 2000: "¡Aquellos que niegan a los imames el derecho a expresarse sobre el plan de integración de la mujer son los mismos que defienden los vestigios de la sensibilidad comunista! ¡Los que no han tocado nunca con sus pies el suelo de las mezquitas!"57Ciertos sectores de la prensa y los púlpitos de las mezquitas han servido también como magníficos lugares para la campaña anti-Plan.

Sin embargo, amplios sectores de población defienden el Plan en su totalidad. Estos sectores han movilizado a la opinión pública a través de numerosas peticiones de apoyo. Frente al discurso conservador y tradicionalista, los defensores del Plan y un amplio sector de la sociedad se han unido en dos frentes diferentes: la "Red de apoyo y de puesta en marcha del plan de acción", que agrupa a numerosas personalidades y casi 200 asociaciones feministas y de defensa de los derechos humanos; y el "Frente para la defensa de los derechos de las mujeres marroquíes", que se constituye en torno a personalidades políticas de la izquierda y del mundo sindical. Ambos grupos consideran el Plan como "el mínimo vital para preparar una integración real de las mujeres en el desarrollo"58. Los defensores del Plan han tratado de desacreditar a los islamistas, despojándolos de sus argumentos religiosos.

Incluso en el propio Gobierno encontramos disparidades considerables: el Ministro de Habús y Asuntos Islámicos, Abdelkabir Alaoui Mdagri, se ha declarado opuesto al Plan. Un plan que ha partido del propio gobierno en el que él tiene cartera. A través de la Liga de Ulemas de Marruecos, este ministro hizo público un comunicado, tan sólo un mes después de la presentación oficial del Plan, en el que argumentaba que el proyecto "pone fin a la institución del matrimonio, autoriza la depravación moral, la desintegración de la familia y la propagación de la prostitución, etc."59.En diferentes sesiones de la Cámara de representantes se han cruzado acusaciones de todo tipo. El Primer Ministro Abderrahmán Yúsufi, para quien el Plan de Integración es su verdadero caballo de batalla, ha sido contemporizador, y, tratando de mediar entre los diferentes sectores implicados en la polémica, ha fomentado la creación de una comisión ministerial para el estudio del Plan de Integración, tratando de que las partes enfrentadas lleguen a un consenso, especialmente en el tema candente de la reforma del Código de Estatuto Personal. Finalmente anunció que el texto consensuado sería sometido al arbitraje del Rey, como Príncipe de los Creyentes.

La prensa ha sido el principal vehículo difusor de las líneas directrices del controvertido debate. La implicación de la sociedad marroquí en toda esta polémica quedó ampliamente demostrada el 12 de marzo de 2000, día en el que por las calles de Rabat se manifestaron mujeres progresistas, de diversa condición, situación y origen, desbordando, sin duda, las previsiones de los organizadores. Así, lo que en principio se planteaba como una manifestación para defender los derechos de las mujeres, acabó polarizándose hacia un solo tema: la defensa a ultranza del Plan. El número de participantes en esta manifestación oscila, como suele ocurrir, según las fuentes que facilitan la información. Los organizadores hablan de un millón; los medios de comunicación se mueven entre 100.00060y 700.000.

Pero no fue esa la única manifestación que recorrió las calles de Marruecos el 12 de marzo de 2000. Ese mismo día las calles de Casablanca se llenaron de manifestantes bajo un mismo lema: sí a la promoción de la mujer; no rotundo al Plan.Esta manifestación había sido convocada por dos organizaciones islamistas: el moderado Partido de la Justicia y el Desarrollo, con representación parlamentaria, y el radical Justicia y Espiritualidad, no reconocido oficialmente61. Nuevamente la guerra de cifras se hace patente: los organizadores calculan un millón de participantes en la manifestación de Casablanca, mientras que los medios oscilan entre las mismas cifras indicadas anteriormente.

Dos manifestaciones autorizadas, dos ciudades, dos opiniones, dos mensajes, dos polos opuestos, y en ambos mujeres que defienden sus derechos desde puntos de vista encontrados. El 12 de marzo de 2000 fue, sin duda, el día de las reivindicaciones femeninas por excelencia, fueran éstas del signo que fueran. Y el Plan de Acción ha sido el detonante de la discordia y de una fractura social y política cuyo alcance aún no podemos predecir. Poco tiempo después, elPrimer Ministro Abderrahmán Yúsufi anunció la composición de un Comité Consultivo para analizar diferentes cuestiones relativas al Plan de Acción. Este Comité lo formaban 20 personas, de las cuales cinco eran mujeres: Lalla Fátima Zohra, Presidenta de la Unión Nacional de Mujeres Marroquíes; Rahma Bourqía, Profesora y Decana de la Facultad de Letras y Ciencias Humanas de Mohammedía; Farida Bennani, Profesora de la Facultad de Ciencias Jurídicas. Políticas ySociales de Marrakech; Malika El Mezdali, Jueza y Presidenta de una Cámara en la Corte Suprema; y Amina Ouahhabi Lemrini, Inspectora de enseñanza secundaria en Rabat62.

Conclusión

El Plan está, por el momento, paralizado. Las esperanzas están cifradas en este nuevo gobierno formado tras las elecciones legislativas del año 2002.

Marruecos necesita las reformas para entrar en la modernidad. El que un importante número de mujeres tenga acceso a la educación universitaria es importante. Ellas son parte fundamental en el desarrollo futuro de Marruecos. Modernas, progresistas, independientes... Ellas están hoy escolarizadas, planifican el número de hijos que desean tener, eligen con libertad a sus parejas, ocupan puestos de poder, exigen respeto, retrasan su matrimonio hasta que acaban sus estudios universitarios, buscan una independencia económica... Pero su presencia no puede ni debe ocultar la otra cara de la realidad de las mujeres de ese país: invisible para su entorno, recluida en el hogar, avasallada por la estructura patriarcal, condenada al analfabetismo, la marginación, la explotación, en una situación de inferioridad en la que ella no es la dueña de su vida, ya que ésta pertenece a su padre o a su esposo... Todos estos rasgos van indisolublemente unidos a la vida de un amplísimo sector de las niñas y mujeres de Marruecos. Ellas no tienen voz en los medios de comunicación. Pero están ahí. Conservadurismo o reformismo. Tradición y modernidad. Pobreza y riqueza. Sea como sea, ojalá en este Marruecos en transición mejorar la situación de las mujeres sea objetivo prioritario.

María Dolores López Enamorado (Universidad de Sevilla)

Notas

* Este trabajo ha sido publicado también en: Ana Torresy Rocío Velasco de Castro (eds.), El Magreb hoy: Estudios sobre historia, sociedad y cultura, Sevilla: Alfar-Ixbilia, 2003, pp.59-85.

34) Prólogo de Cristina Alberdi, en Gema Martín Muñoz (ed.) Mujeres, democracia y desarrollo en el Magreb. Madrid: Editorial Pablo Iglesias 1995, p. IX.

35) Señala Gema Martín que el orden patriarcal en el mundo árabe está sacralizado "por medio del vínculo que se ha establecido entre islam e identidad cultural". Ver G. Martín Muñoz, "La igualdad entre los sexos y la cuestión de los derechos humanos y del ciudadano en el Mundo Árabe", en: Gema MartínMuñoz (ed.), Mujeres, democracia... p.3.

36) Ver el amplísimo estudio comparado y análisis de todos los códigos de familia en los países árabes en: Caridad Ruiz-Almodóvar, "El derecho de familia en los países árabes", en Mercedes del Amo (ed.), El imaginario..., pp 143-195. Ver para los Códigos de Familia en Marruecos, Argelia y Túnez (los países del Magreb) así como para un análisis comparado y detallado de sus principales artículos. Ángeles Ramírez, op. cit., pp. 56-62.

37) Ángeles Ramírez, op. cit., p.53.

38) Ver Alya Cherif Chamari. "La situación jurídica de la mujer en Túnez", en: Gema Martín Muñoz (ed.),Mujeres, democracia..., p.39.

39) Yolanda Aixelá, Mujeres en Marruecos..., pp. 182-184, analiza la Mudawwana, sus bases, modificaciones y los derechos y deberes de las mujeres en ella. Otro interesante estudio sobre la Mudawwana y el derecho de familia marroquí en: Malika Benradi, "El derecho de familia en Marruecos y su repercusión en el estatuto jurídico de las mujeres", en: María Ángeles Roque (dir.), Mujer y Migración en el Mediterráneo occidental, Barcelona: Icaria, 2000. pp. 91-125. La reforma del código de familia marroquí es también analizada en profundidad por Carmen Gómez Camarero, "Algunas cuestiones en torno a la reforma de la Mudawwana, Miscelánea de Estudios Árabes y Hebraicos, 45 (1996), pp. 49-73.

40) Según Najia Zirari, "Le statut des femmes au Maroc: un éternel recommencement", Confluences Mediterranée, 33 (primavera 2000), en:http://www.ifrance.com/Confluences/Textes/33zirari.htm "C’était donc une simple codification du rite jurique malékite malgré les directives dones par asan II, prince héritier à l’époque, qui voualait un retiour aux textes originaux, le Coran et la Sunna, pour proudire une législation visant la consolidation des fondements sociaux sur lesques vit le Moroc du XXe siècle".Señala al respecto Ángeles Ramírez, op. cit., p. 54: "Según este modelo, la mujer musulmana no sólo es eternamente menor de edad ante los miembros varones de su familia, incluidos sus propios hijos, sino que lo es ante cualquier miembro varón de la comunidad musulmana, que es susceptible de convertirse en su tutor".

41) Ver al respecto el texto de Allal-el-Fasi relativo a los derechos civiles de las mujeres que se incluye en Ángeles Ramírez, op.cit., pp. 357-361. Para Gema Martínez la nafaqa consolida y da sentido a todo esto.: "De hecho la nafaqa consagra la división sexual del trabajo e infantiliza a la mujer colocándola bajo la protección económica y la dependencia del marido. Por un lado, marca la separación entre el espacio público y el doméstico, obstaculizando el libre acceso de a mujer al mundo del trabajo asalariado. Por otro, convierte a la esposa en una menor temerosa de la capacidad del esposo a recurrir sin trabas edl divorcio o el repudio, como permite frecuentemente la ley". G. Martín Muñoz, "La igualdad entre los sexos y la cuestión de los derechos humanos y del ciudadano en el Mundo Árabe", en: Gema Martín Muñoz (ed), Mujeres, democracia... p.4.

42) Ver el análisis que hace una protagonista de los acontecimientos que llevaron a la reforma de 1993, miembro de la Unión de Acción Femenina en: F. Zahra Tamouth. "Democracia en femenino. De la democracia política a la democracia familiar en Marruecos", en Gema Martín Muñoz (ed), Ibíd…., pp.61-70.

43) Texto del discurso en: Ángeles Ramírez, op. Cit., p. 365. También en Caridad Ruiz de Almodóvar. "El código marroquí de estatuto personal y su reforma de 1993", en Gema Martín Muñoz (ed), Ibíd., pp. 29-30.

44) Texto en Ángeles Ramírez, op. Cit., pp. 371-373.

45) Texto completo del discurso en: Ibíd., pp. 366-368

46) Para un análisis exhaustivo de los cambios de la Mudawwana marroquí en 1993, Caridad Ruiz de Almodóvar. "El código marroquí de estatuto personal y su reforma de 1993", en Gema Martín Muñoz (ed), Mujeres, democracia…, pp. 29-35.

47) F. Zahra Tamouth, op, cit., pp. 65

48) Ver el texto complete de la Mudawwana marroquí en vigor, con todas las modificaciones, incluida la de Caridad Ruiz Almodóvar, "El Código marroquí de Estatuto Personal", en C. Pérez Beltrán y C. Ruiz Almodóvar,"El Magreb. Coordenadas socioculturales. Granada: Universidad, 1995. pp. 413-485.

49) Ruiz-Almodovar4, "El código…", pp. 42-43.

50) Señala Leila Chafai, "Las mujeres…" que "La mujer puede ser juez, pero el porcentaje no adelanta el 11,6%".

51) En este sentido, es muy interesante el trabajo de Gema MartínMuñoz. "Mujeres islamistas…", en: Mercedes del Amo (ed.), El Imaginario…, pp. 75-89. Sobre el velo (hiyab) y sus diferentes interpretaciones, remito, entre otros muchos trabajos, y a modo de síntesis, a: Yolanda Aixelá, Mujeres en Marruecos…, pp. 264-269,así como a las diferentes obras de Fátima Mernissi, que, en mi opinión, aclaran muchos puntos relativos al uso de esta prenda y son un buen punto de partida para el debate.

52) La Liga de Ulemas de Marruecos (27 de mayo de 1999) y la Asociación de Ulemas de Dar al-Hadiz al-Hassaniyya (20 de junio de 1999)han denunciado las disposiciones del Plan que consideran en contradicción con los preceptos del Islam.Ver "Le ministre des Habous et le plan", en el "Dossier spécial : d’intégration de la femme au développement : http://www.central.co.ma/zoo/01/art06.asp.En junio de 1999 los ulemas declaraban. « El plan denigra la jurisprudencia islámica y amenaza la continuidad de la religión musulmana con disposiciones hostiles a las fuentes de la religión consagradas en el Corán y en la tradición". Javier Espinosa, "Los integristas marroquíes desafían a Yusifi", El Mundo, 27.1.2000.

53) ManuelLorenzo Villar, "Mohamed VI, Yussufi y Marruecos. ¿Un solo destino?", en: http://www.izquierda-unida.es/Publicaciones/PUEBLOS/numero=2/pueblos02/

54) Najia Zirari, op.cit. Ver también Javier Espinosa, op. Cit.

55) Javier Espinosa, Ibíd.

56) Najia Zirari, op. cit.

57) Javier Espinosa, op. cit

58) Najia Zirari, op. cit.

59) Ibíd.

60) Esta (100.000) es la cifra que se da en El País: Pedro Canales, "Centenares de miles de marroquíes exigen un cambio en la sociedad", El País, 13 de marzo de 2000.

61) Ibíd. La cifra que este periódico da para la manifestación de Casablanca es de 300.000. Manuel Lorenzo Villar, "Mohamed VI, Yusufi…", da como cifra 500.000 personas en la manifestación de Casablanca.

62) Fuente:http://www.marrocaine.com/news/news2000/news9.htm

539.- MUJERES MARROQUÍES EN TRANSICIÓN ( I )


MUJERES MARROQUÍES EN TRANSICIÓN 
(primera parte)*


Este trabajo analiza la situación actual de la mujer en un Marruecos en transición. La autora plantea las principales coordenadas sociales, políticas y laborales en las que se encuentra la mujer en este país, para, a continuación, centrarse en el estudio del Plan de Acción para la Integración de la Mujer en el Desarrollo, presentado en marzo de 1999 y, por el momento, paralizado, uno de cuyos puntos fundamentales, la reforma de la Mudawwana o Código de Estatuto Personal, ha suscitado una gran polémica en Marruecos.

por  Mª Dolores López Enamorado.


 Hablar de las mujeres de Marruecos, sea cual sea el terreno en el que nos centremos, no es tarea fácil debido sobre todo a la heterogeneidad de la población femenina de estos países, en cuyo seno conviven estructuras familiares cuasi tribales y patriarcales, al lado de otras de corte moderno. Mujeres ciudadanas y mujeres rurales son, por otra parte, dos realidades enormemente diferenciadas entre sí, e incluso, en ocasiones, opuestas. En los países del Maghreb conviven, en mayor o menor medida, tradición y modernidad, y eso se hace extensivo a la situación de las mujeres, y, en concreto, a los aspectos laborales y culturales, en los que se centra este estudio.

 Marruecos es un país que está pasando hoy por un momento interesantísimo de su historia1; por una transición no demasiado sencilla que, en ocasiones, parece apuntar hacia unos cambios radicales en la realidad del país, mientras que en otras se orienta hacia un conservadurismo inesperado, dado el talante progresista, al menos en principio, del nuevo rey Mohámmed VI2.

 Mi intención es plantear aquí las tensiones internas que están sacudiendo hoy mismo, y desde hace poco tiempo, a todas las capas de la sociedad marroquí, enfrentadas en una polémica surgida precisamente a raíz de las reivindicaciones planteadas por un importante sector de las mujeres de ese país. La mayor parte de los datos políticos que aporto son previos a las recientes elecciones de septiembre. Eso se debe esencialmente a que, por el momento, carecemos de datos sobre el gobierno liderado por Jettou3.

Mujeres marroquíes: algunos datos socio-políticos y laborales.



 La mujer árabe ha recorrido un largo camino hacia la conquista de puestos en la educación y en el trabajo desde finales del siglo XIX4. A lo largo de la historia los logros han sido y son considerables, pero no suficientes. En concreto, la mujer marroquí es ahora consciente de su deficiente situación, tanto en lo que respecta a su acceso a la cultura como, consecuentemente, a su participación en la vida laboral y en la economía de su país. Unos cuantos datos muy recientes pueden servirnos para conocer la situación:

– En el Índice de Desarrollo Humano, Marruecos ocupa el puesto 123 (112 en 2001); España el 21 (tanto en 2001 como en 2002)5.

– En el índice de desarrollo relativo al género6, Marruecos ocupa el puesto 123 (101 en 2001). La mujer tiene una esperanza de vida de 69,5 años. La tasa de alfabetización de mujeres mayores de 15 años es del 36,1 (frente al 61,8% de hombres). La tasa de matriculación en todos los niveles de enseñanza es del 46% para mujeres (58% para hombres). Estimación de ingresos por trabajo remunerado: 2.019$ / año para mujeres, frente a 5.068$ para hombres.

– Un 0,5% de los escaños parlamentarios en el Gobierno previo a las elecciones de septiembre de 2002 están ocupados por mujeres7.

– La tasa de actividad femenina (mujeres adultas) es del 22,3% (75,1% para los hombres)8.

– Las mujeres reciben el derecho a votar y a ser votadas en 1963. Treinta años después, en 1993, fue elegida por primera vez una mujer al Parlamento.




– Marruecos ha ratificado los siguientes acuerdos internacionales: Convención Internacional sobre la eliminación de todas las formas de discriminación racial (1965); Pacto internacional de derechos civiles y políticos (1966); Pacto internacional de derechos económicos sociales y culturales (1966); Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer (1979); Convención contra la tortura y otros tratos o penas crueles inhumanos o degradantes (1984); Convención sobre los derechos de los niños (1989)9. Igualmente ha firmado todos los convenios de derechos laborales fundamentales: Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva (1949); Convenio sobre el trabajo forzoso (1930); Convenio sobre la abolición del trabajo forzoso (1957); Convenio sobre igualdad de remuneración (1951); Convenio sobre la discriminación (empleo y ocupación) (1958); Convenio sobre la edad mínima (1973); Convenio sobre la prohibición de las peores formas de trabajo infantil.

– La tasa de feminización de la población activa ha pasado, entre 1982 y 1999, del 24,3% al 29,2% en el medio urbano, y del 16,1% al 38,1% en medio rural10.

– Por último, hay que señalar que los tres reglamentos que regulan la vida laboral de las mujeres marroquíes son: Reglamentación general del trabajo, Régimen de salario agrícola y Estatuto de la Función Pública. En ellos vemos que el derecho laboral marroquí equipara al hombre y a la mujer respecto al trabajo y a la seguridad social. Sin embargo ese igualitarismo queda parcialmente anulado por otra serie de disposiciones con las que choca de forma evidente: por ejemplo, la mujer casada (no así viudas, solteras y separadas) necesita la autorización del marido para firmar un contrato de trabajo o realizar alguna actividad comercial11. 

 En los últimos años muchas de estas mujeres marroquíes se han organizado en diversas asociaciones de diferente signo. Estas asociaciones les han dado la cobertura necesaria para plantear sus reivindicaciones, y les han permitido ejercer ante el Gobierno y las instituciones una presión impensable si actuaran de forma individual. Algunas de estas asociaciones femeninas son, por orden cronológico, las siguientes12:

- En 1985 el Partido del Progreso y el Socialismo crea la Asociación Democrática de las Mujeres Marroquíes. Su órgano de prensa será poco después Mujeres en Marruecos.

- En 1987 nace la Unión de Acción Femenina, que publica el periódico femenino Ocho de marzo.

- También en 1987 el Istiqlal crea su propia Organización de la Mujer del Istiqlal.

- En 1992 nace la Asociación Marroquí de los Derechos de las Mujeres, de carácter independiente; y el mismo año, la Asociación de Mujeres Progresistas, de orientación marxista.

- En 1993 se forma la "Liga Marroquí de los derechos de las Mujeres". Vinculada al Partido Socialista.

- En 1995 se funda la Asociación al-Jusur, de la Unión Socialista de Fuerzas Populares.

 Todas estas asociaciones tienen carácter político, pero además de ellas existen en Marruecos otras muchas asociaciones, colectivos y grupos de y para mujeres, tanto de carácter humanitario, como social, profesional, de protección de la familia, etc. Se mueven con muy pocos medios económicos y su campo de acción se centra principalmente en las ciudades más importantes de Marruecos (Rabat y Casablanca sobre todo).

El Plan de Acción para la Integración de la Mujer al Desarrollo.



 Sin embargo, tuvieron la fuerza suficiente para solicitar una serie de medidas conducentes a mejorar la difícil situación de la mujer marroquí. El resultado fue la elaboración, por parte del gobierno, del Plan de Integración de la Mujer al Desarrollo, presentado en marzo de 1999, por el entonces Secretario de Estado de Protección Social, de la Familia y de la Infancia, Said Saadi. En él, tras un exhaustivo y crítico análisis de la situación, se plantearon objetivos y se contemplaron reformas a todos los niveles, que analizaremos más adelante. La muerte del rey Hasán II el 23 de julio de 1999 paralizaba de momento el debate y la posible entrada en vigor del Plan. El 7 de noviembre de ese mismo año se crea la Liga Nacional de Defensa de la Familia, que rechaza el Plan.

 Desde ese momento se han sucedido las manifestaciones a favor y en contra del mismo, suscitando en todos los sectores de la vida pública marroquí un debate inflamado que, por el momento, sigue abierto. Fundamentalmente y en un principio se posicionaron de una parte la Unión Socialista de Fuerzas Populares, el Partido del Progreso y del Socialismo, el Partido Socialista Democrático, el Frente de Fuerzas Democráticas y la Organización de la Acción Democrática y Popular. Frente a ellos se sitúan el Partido de la Justicia y el Desarrollo y el Movimiento de la Unidad y la Reforma. Más tarde se han ido produciendo algunos cambios en el tablero.



 El Plan, según se indica en su preámbulo, está en la misma línea de otros muchos gobiernos, que han contraído compromisos morales en materia de desarrollo e igualdad. Me refiero a diversos foros internacionales en los que se ha debatido la situación de la mujer. Son, en concreto, las Conferencias de Nairobi (1985), El Cairo (1994), Viena (1993), Copenhague (1994) y Pekín13  (1995), y la Convención para la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación hacia la Mujer. En este sentido, las reformas planteadas por este Plan de Acción marroquí parten de los compromisos contraídos por Marruecos, así como de su interés por entrar de una vez por todas en la modernidad, al menos en lo relativo a los derechos de la mujer. En ese mismo preámbulo se señala:



 "Se trata hoy de traducir en estrategia coherente y en intervenciones concretas la unanimidad nacional actual sobre la necesidad de integrar a las mujeres para contribuir a los esfuerzos de desarrollo del país mediante una verdadera equiparación en los terrenos prioritarios, para responder a tres exigencias: desarrollo, modernidad y justicia social"14.

 Los objetivos estaban perfectamente delimitados. También los plazos para la aplicación de las medidas, que por el momento no se han cumplido en absoluto. Estos plazos eran los siguientes: una serie de medidas previas; otras de carácter urgente (1999-2000) y un plan de acción en los campos prioritarios (1999-2003). Un total de 215 medidas previstas para mejorar la situación de la mujer. En cuanto al dinero necesario para acometer las reformas, se ha fijado 6.250.000 dirhams, unos 625.000 euros (o 105.000.000 de pesetas aproximadamente)15. Todo parecía encajar, salvo que uno de los presupuestos de base era erróneo: el relativo a la unanimidad nacional. Pudiera haberla habido en la necesidad de igualdad hombre/mujer, pero desde luego no la hubo ni la hay en cuanto a la aceptación del Plan presentado por Said Saadi, que ha desatado fuertes críticas por parte de diferentes sectores de la sociedad marroquí.

 A fin de conocer los elementos de la polémica, voy a resumir brevemente el contenido del Plan de Acción para la Integración de la Mujer al Desarrollo:

 1.- La primera parte, de carácter general, incluye tres apartados en los que se detallan el contexto de la elaboración del Plan, los objetivos y la metodología a seguir, y, por último se hace un análisis de las posibilidades y límites de las acciones públicas en materia de integración de las mujeres en Marruecos.

 2.- Nos centraremos sobre todo en la segunda parte del Plan, que es un diagnóstico exhaustivo de los cuatro campos prioritarios de trabajo. En ellos me voy a detener porque reflejan los problemas de base en la situación cultural y laboral de la mujer marroquí. Éstos son:

 2.a.- Alfabetización, educación no reglada, escolarización y educación en igualdad.

 En este aspecto el Plan constata el analfabetismo de las mujeres adultas, que afecta a siete millones de mujeres. En zonas urbanas 5 de cada diez son analfabetas. En el mundo rural sólo una de cada diez sabe leer y escribir. Por lo que se refiere a las niñas entre 8 y 16 años, casi un millón cuatrocientas mil no están escolarizadas. El informe señala en este sentido: "Varios estudios y encuestas demuestran que las chicas no escolarizadas viven y trabajan en condiciones dramáticas"16. En cuanto a la permanencia en la escuela, el Plan informa de lo siguiente: De cada 100 niñas de 7 años sólo 59 tienen acceso al colegio; de ellas 17 llegan al instituto, y, de estas últimas sólo 7 aprueban el bachillerato. Un último punto hace referencia al fuerte carácter sexista de los manuales escolares que, en muchas ocasiones, minusvaloran a la mujer. 





Señala el Plan:

"[En los manuales] las mujeres se encuentran reducidas a no tener más que virtudes del corazón, a no moverse más que en el espacio doméstico, en el que no son más que esposas y madres, y a no existir más que por y para los otros. Estas imágenes, de una violencia simbólica evidente, son presentadas con tal simplicidad que aparecen como la norma a seguir, lo que hace que la escuela esté retrasada no sólo en lo relativo al ideal de igualdad, sino igualmente en relación con la condición femenina de hoy"17. Tras plantear la situación de la mujer en Marruecos en este terreno, el Plan analiza los logros y las dificultades, propone estrategias de acción para paliar las deficiencias, y plantea los objetivos en materia de educación, tras analizar con detalle los problemas y carencias que afectan a las mujeres en el terreno educativo.

 2.b.- El segundo campo prioritario en el Plan de Acción es la Salud Reproductiva. El esquema de trabajo es el mismo: situación, análisis, objetivos. No voy a detenerme en este apartado por quedar fuera del objeto específico de este estudio (educación y trabajo).

 2.c.- El tercer apartado hace referencia a la integración de las mujeres en el desarrollo económico (lucha contra la pobreza, formación e inserción profesional, empleo). Antes de entrar de lleno en este apartado del Plan, incluyo algunas cifras sobre las actividades laborales de la población activa femenina en Marruecos, que está formada, según cálculos estimativos, por sólo 20 de cada 100 mujeres: 18 

Servicio doméstico............................................ 34,7%

Industria, artesanía del textil, confección................ 20%

Administración.................................................. 11,9%

Comercio............................................................ 7'4%

Seguros y sector bancario……................................. 7'2%

Industrias alimentarias.......................................... 5'9%

 En el Plan, el análisis se inicia con una afirmación contundente, y que, en mi opinión, resume a la perfección la situación laboral de la mujer marroquí:

 La mujer marroquí ha participado, mucho tiempo y desde siempre, en la economía, en el marco de una producción de tipo familiar y doméstico, a menudo invisible (producción agrícola, artesanal, doméstica), y que mantenía los fundamentos básicos propios de las familias patriarcales (dependencia de la mujer de cara a la autoridad masculina, ausencia de autonomía, falta de reconocimiento de la actividad femenina). Desde hace ahora medio siglo la naturaleza de la participación de las mujeres en la economía se ha metamorfoseado en muchos sectores, siendo partícipe de un movimiento general, fruto de múltiples acontecimientos de los que recordaremos los principales: la escolarización, el desarrollo de las manufacturas, los fenómenos migratorios y la urbanización"19.



 En este apartado del Plan se recogen un gran número de datos, de los que extraigo los que considero más indicativos para el tema que nos ocupa, completándolos con otras informaciones útiles para situar esta cuestión. Los datos son los siguientes:

- Las mujeres sufren más marginación social que los hombres.

- Tasa de paro femenino urbano: 29,6% en 199420.

- Las tres categorías más problemáticas de la población activa femenina en medio urbano son:

– Sectores industriales (textil en particular21), donde el trabajo de la mujer está peor pagado. A igual trabajo, inferior salario. En ocasiones, en las fábricas trabajan niñas cuya edad está por debajo de los 12 años (la edad mínima para trabajar en Marruecos está fijada precisamente en 12 años)22.

– La segunda categoría se refiere al servicio doméstico23. A este respecto, la socióloga Leila Chafai afirma: "En la primera mitad de este siglo casi todas las mujeres marroquíes eran amas de casa o esclavas, excepto una minoría empujada por la pobreza al trabajo remunerado que fue una prolongación del trabajo doméstico (en las casas de colonos franceses o españoles o dentro de algunas fábricas u hospitales"24. Una encuesta de 199625 realizada sobre un total de 450 niñas que trabajan como criadas confirma la precariedad de esta profesión. Tres cuartas partes de estas niñas provienen del campo. De ellas, sólo la cuarta parte ha estado escolarizada. La mayoría son analfabetas. El salario de tres cuartas partes de estas niñas no sobrepasa los 300 dirhams al mes (poco más de cinco mil pesetas, o de 30 euros al mes), de los que en el 80% de los casos es entregado a los padres. "La violencia y los malos tratos físicos y morales de los que son víctimas estas muchachas son una llamada a la conciencia de todos, y constituyen un verdadero problema de la sociedad"26. Estos trabajos no tienen generalmente ni horarios ni regulación de ningún tipo.

– La tercera categoría importante de trabajadoras la forman mujeres "independientes" que, de hecho, no tienen nada de independientes, ya que no se tiene información sobre el destino de sus salarios, si es ella quién lo disfruta.... Realizan trabajos a domicilio27, algo que es sinónimo de irregularidad. Se trata en muchos casos de trabajos a tiempo parcial, aunque a veces ocupan la jornada completa de las mujeres.

 Los objetivos del Plan de Acción en este sentido van encaminados a garantizar una participación justa y duradera de las mujeres en el desarrollo económico, reducir las situaciones de pobreza de las mujeres, promover una inserción profesional justa y una formación profesional valiosa; reducir las situaciones de desigualdad, de explotación y de precariedad vividas por las mujeres en el ámbito del trabajo.



 Quisiera hacer algunas consideraciones complementarias en este sentido28: El trabajo fuera de casa está desvalorizado29, incluso por un amplio sector de las propias mujeres. Para éstas, el ámbito natural es la casa, el hogar. En todo caso, las que trabajan fuera han de combinar trabajo y familia, en un mundo en el que el reparto de las tareas domésticas entre hombres y mujeres aún no es habitual. Como ya he dicho en alguna ocasión, en Marruecos conviven estrechamente tradición y modernidad. Esto queda patente también aquí: en la clase alta y profesional el trabajo es parte fundamental en la vida de las mujeres; sin embargo para el resto de la población femenina esto no es así, ya que ellas ejercen trabajos no cualificados y mal pagados, sin apenas prestaciones sociales. Hay que constatar también las enormes diferencias entre el medio rural y el urbano. Existen otros sectores cuyas condiciones son muy precarias: mujeres que se dedican a la prostitución y a la mendicidad, o que realizan actividades sumergidas y, por tanto, aunque conocidas, no reconocidas. Sólo un dato más: Se estima que un 19% de la población vivía en el umbral de la pobreza en 1998, mientras que en 1991 era del 13%30.

 2.d.- El cuarto y último campo prioritario del Plan de Acción se centra en el incremento de las capacidades y poderes de las mujeres en el terreno jurídico, político e institucional. El Plan da algunas cifras al respecto: son mujeres el 0,34% de los consejeros municipales; 2 de 325 parlamentarios y 2 de 275 consejeros. No hay mujeres ni en el Consejo de la Magistratura ni en el Consejo Constitucional ni en muchos órganos de gestión. Estos datos corresponden al año 1999, fecha en que el Plan fue presentado por Said Saadi. Precisamente este ministro será sustituido en el nuevo gobierno marroquí  presentado el 6 de septiembre de 2000 (el primero del reinado de Mohámmed VI), por una mujer, Nuzha Chekruni, al frente del Ministerio para los Asuntos de la Mujer, la Protección de la Familia y de la Infancia y de la Integración de los Disminuidos31. Nuzha Chekruni fue también Secretaria de Asuntos Exteriores de la Secretaría General de Mujeres de la Unión Socialista de Fuerzas Populares32



 La participación de la mujer marroquí en la política de su país data de la fundación del partido Istiqlal en 1944, en cuyas filas figuraba el nombre de Malika el-Fasi. Sin embargo la situación no evolucionó como era de esperar. En 1982 ese mismo partido contaba, entre sus 80 miembros, con sólo dos mujeres. En el resto de las formaciones políticas, partidos y sindicatos, las cosas no son mucho mejores para estas mujeres marroquíes, que tiene derecho al voto y a presentarse a las elecciones desde la Constitución de 1962. La Constitución de 1972 reconoció que la mujer es igual que el hombre. Por otra parte, el 65,7 % de las mujeres en activo no tiene titulación alguna; el 17,17 tiene certificado de estudios primarios; el 7,25% secundarios; y sólo el 4,91% tienen el título de bachillerato o título universitario.

 En este apartado el Plan constata algo de enorme importancia: "El estatuto jurídico de las mujeres en Marruecos lleva el sello de la ambivalencia del sistema jurídico marroquí. El espacio familiar está completamente cubierto por el derecho musulmán, mientras que el espacio público está dominado por el derecho moderno, de inspiración occidental"33. En este sentido cabe destacar que la mujer sigue siendo considerada ciudadana de segunda clase, o, aún peor, como una menor de edad. Lo veremos un poco más abajo. Los principales problemas a resolver al respecto pueden resumirse en:



 - Ciertas disposiciones del Estatuto Personal limitan las capacidades civiles, políticas y socioeconómicas de las mujeres.

 - El código de la nacionalidad y el código penal discriminan a la mujer.

 - Hay carencias en materia jurídica en lo que respecta a la protección de las mujeres víctimas de violencia.

 - Las mujeres tienen un acceso muy limitado a los puestos de decisión administrativos, públicos y políticos.

María Dolores López Enamorado (Universidad de Sevilla)



Notas

 * Este trabajo ha sido publicado también en: Ana Torres y Rocío Velasco de Castro (eds.), El Magreb hoy: Estudios sobre historia, sociedad y cultura, Sevilla: Alfar-Ixbilia, 2003, pp.59-85.

1) Ver al respecto: Haizam Amira Fernández e Isaías Barreñada, "Marruecos ¿Cambios de fondo o reajustes continuistas?" Nación Árabe, 40 (2000), pp. 59-77.

2) Para comprender el Marruecos de la transición son fundamentales: Bernabé López García, Marruecos político. Cuarenta años de procesos electorales (1960-2000), Madrid: Centro de Investigaciones Sociológicas, 200. Y Bernabé López García, Marruecos en trance. Nuevo rey. Nuevo siglo. ¿Nuevo Régimen?, Madrid: Política Exterior-Biblioteca Nueva, 200. A finales de 2001, con la perspectiva de un par de años más, es interesante el informe de Manuel Lorenzo Villar, "Marruecos. La transición en entredicho", Nación Árabe, 43 (invierno, 2001), pp. 27-43, compuesto por tres trabajos: "Marruecos:¿una nueva petromonarquía?, pp. 27-35: "EL resurgimiento de la censura. La transición marroquí cuestionada", pp.37-40; y "Entrevista a Ali Lmraber, director de Demain, pp. 41-43.

3) Cuando preparaba este trabajo aún so se habían celebrado las elecciones del 27 de septiembre de 2002. Posteriormente he podido actualizar algunos datos antes de entregarlo para su publicación (Noviembre 2002).

4) Un análisis general de las circunstancias y problemas de la mujer árabe en el ámbito de la educación y del trabajo en: Carmelo Pérez Beltrán. "Mujeres árabes en el espacio público; indicadores, problemas y perspectivas". En: Mercedes del Amo (ed), El imaginario, la referencia y la diferencia: siete estudios acerca de la mujer árabe, Granada: Dpto. de Estudios Semíticos, 1997, pp. 91-126. La situación laboral de las mujeres marroquíes está analizada con detalle en Yolanda Aixelá, Mujeres en Marruecos. Un análisis desde l parentesco y el género. Barcelona: Bellaterra, 2000, en concreto en el capítulo "Mujeres en el mundo laboral", pp. 203-231. respecto a la situación de la mujer marroquí ante los cambios socioeconómicos y políticos de su país, con abundantes referencias al Plan de Acción (que analizo más adelante) ver: María Ángeles López Plaza, "Mujeres marroquíes. Cambio socioeconómico y dualidad jurídica", Nación Árabe, 44 (primavera 2001), pp. 79-85.

5) Informe sobre el Desarrollo Humano 2002. Programa de las Naciones Unidas para el desarrollo (PNUD), 2002. Edición en español: Madrid: Ediciones Mundi-Prensa. Puede consultarse y descargarse en http://www.undp.org/currentHDR_S/libro_hdr_entero.pdf. Estos datos aparecen igualmente en el Informe sobre el desarrollo humano árabe 2002 en http://www.undp.org/rbas/ahdr/ (versiones en inglés, francés y árabe).

6) Cuando 22 de los "indicadores del Desarrollo Humano", que alude al "Índice de desarrollo relativo de género", Informe sobre el Desarrollo Humano 2002, p. 233.

7) Apartado dedicado a las mujeres en cuanto al "Índice de potenciación de género". Cuadro 23. Informe…, p. 237.

8) Fuente: Khalid Soudi, Pauvreté et vulnérabilité sur le marché du travail : quelques dimensions de la fragilité de la position des pauvres, Reino de Marruecos, Ministère de la prevision economique, Observatoire des conditions de vie de la population.Junio, 2001, p. 4. Puede consultarse en: http://www.erf.org.eg/html/Khalid_Soudi.pdf. Las cifras de los indicadores del Informe sobre el Desarrollo Humano 2002 varían sustancialmente respecto a estas: 41,4% mujeres y 52% hombres, aunque el dato va referido a mujeres desde los 15 años en adelante.

9) Cuadro 28: "Situación de los principales instrumentos internacionales de los derechos humanos", Informe…, p. 254.

10) "Encuestas Nacionales sobre el Nivel de Vida en los Hogares", correspondiente a 1998-1999. En: Khalid Soudi, Pauverté et vulnérabilité…, p.8.

11) Algunos estudiosos defienden que esta discriminación hacia las mujeres casadas, patente en la ley marroquí, no tiene su origen ni en el Corán, ni en la Sunna ni en la Mudawwana, sino que parte e la época del Protectorado, cuando los europeos implantaron en Marruecos unas leyes similares a las que ya existían en Europa para las mujeres europeas. Ángeles Ramírez, Migraciones, género e Islam. Mujeres marroquíes en España, Madrid: Agencia Española de Cooperación Internacional (Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe y el Mediterráneo), 1998, p. 98.

12) Leila Chafai, "Las mujeres sujeto de marginalización en Marruecos", bajo el epígrafe "El movimiento femenino marroquí: mujeres en el corazón de la sociedad civil". En: http://www.nodo50.org/mujeresred/marruecos-leila.htm. El trabajo está fechado el 8 de abril de 1997. Un análisis mucho más detallado, y fundamentalmente para el estudio del papel de la mujer en los partidos políticos y las asociaciones marroquíes, en: Yolanda Aixelá, Mujeres en Marruecos…, pp. 250-264.

13) La delegación marroquí consideró que diversos artículos de la Declaración final de Pekín iban contra los preceptos del Islam. Las reservas iban dirigidas a los artículos 96, 106 y 232, relativos a las libertades sexuales de la mujer.

14) Preámbulo al Plan de Acción. El texto completo del Plan en francés puede leerse, entre otras, en la siguientes dirección: http://www.maghreb-ddh.sgdg.org/asdhom/plan.html.