viernes, 18 de octubre de 2013

630.- Los talibanes tratan a las mujeres peor que a sus animales

Foto: QUÉ HACEN LOS SOLDADOS DE LA OTAN EN AFGANISTÁN
¿DEFIENDEN A LOS CIUDADANOS O LOS INTERESES ECONÓMICOS SOLO?

«Los talibanes tratan a las mujeres peor que a sus animales», así arranca la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán (RAWA, por sus siglas en inglés) el apartado que dedica en su página web a la situación de las mujeres en el país asiático durante el mandato del grupo fundamentalista entre 1996 y 2001. Las restricciones impuestas por los talibanes completan una lista de 29 puntos que van desde «la completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares», hasta la «prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas», pasando por el uso obligatorio del burka, prenda que ya existía con anterioridad a su llegada. Los legisladores islamistas, que llegaron a un país asolado por una guerra civil en la que los señores de la guerra también ejercieron una «violencia extrema» contra la población femenina, según Rawa, justificaron estas medidas en su deseo de «proteger» a las mujeres.

Mezclando la tradición local –especialmente de la etnia pastún, la mayoritaria en Afganistán- con su particular interpretación de un islam que mira a los tiempos del Profeta, instauraron un régimen que hoy en día perdura en el cinturón tribal que une Afganistán con Pakistán. Malala Yousefzai nació en el valle de Swat, zona del norte paquistaní que vivió bajo la dominación talibán del valle del Swat entre 2008 y 2009 hasta que el Ejército lanzó una gran operación para obligarles a retroceder porque se aproximaban peligrosamente a Islamabad. La ley talibán y los combates continuos dejaron a miles de niños sin escuelas y fue en ese ambiente en el que comenzó a redactar su diario para el canal en urdu de BBC.

El clérigo Maulana Fazlula desempeñaba el papel que el mulá Omar jugó en Afganistán en este pequeño valle que se convirtió de la noche a la mañana de lugar turístico en un emirato en toda regla. Además de no ver con buenos ojos «cualquier actividad de la mujer fuera de la casa», como detalla su código de 29 puntos, el hecho de que Malala sea premiada ahora por Occidente ha enojado aún más a unos integristas que tras intentar matarla hace un año en Swat, ahora extienden su amenaza a «cualquier lugar del mundo» porque la califican «enemiga del Islam».

Las azotan si no ocultan sus tobillos, lavan la ropa en ríos, se asoman a los balcones o montan en taxi sin su dueño y guardián. Las vejaciones a las que se les somete para «protegerlas y sacralizarlas» son casi inefables




El uso del burka es obligatorio para todas las mujeres afganas
El régimen talibán, en su estricta y radical aplicación de la Sharía, ha conservado su poder fáctico en Afganistán dando alas a un trato marginal a la mujer que ha provocado la indignación y el estupor internacional. Es imposible sintetizar en unos puntos el maltrato y abuso permanente al que someten a sus féminas, si bien la RAWA -Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán- ha querido hacerlo en 29 puntos, a cada cual más denigrante, vejatorio y humillante. Con este listado de violaciones de los derechos humanos más básicos, los talibanes aseguran que solo quieren «crear ambientes seguros, donde la castidad y dignidad de las mujeres sean por fin sacrosantas, tal y como recogen las creencias Pashtunes sobre la vida en purdah (práctica para ocultar la vida femenina en público)». Es decir, la creación de un estado sacralizado alrededor de las mujeres supone, para ellos, odiarlas, tratarlas como animales y someterlas durante toda la vida.

La lista con la que la RAWA denuncia en su página web la situación de las mujeres en el país asiático durante el mandato del grupo fundamentalista entre 1996 y 2001 esas restricciones vitales que sufren a manos de los talibán, tal y como publicó Mikel Ayestaran en páginas de ABC, ofrece una visión bastante amplia de lo que puede ser para muchas afganas una existencia infernal; una pesadilla de privaciones y padecimientos, de encarcelamiento en sus propios domicilios. Dice la Asociación que contrasta muy mucho esa vida entre cuatro paredes con la ilegalización vigente de tener pájaros y otros animales en jaulas.

Las veintinueve prohibiciones que los talibanes imponen a las mujeres
EFE
Varias mujeres caminan en la región tribal paquistaní de Mohmand, demarcación fronteriza con Afganistán
La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán denuncian que a muchas les quitan las ganas de seguir adelante, reduciéndolas a seres cuyo fin único es la procreación y les imponen una serie de restricciones que van desde «la completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares» hasta la «prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas», pasando por el uso obligatorio del burka, prenda que ya existía con anterioridad a la llegada al poder de los talibanes. He aquí la lista completa de prohibiciones a las mujeres.

1- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, inginieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.

2- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).

3- Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.

4-Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.

5- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).

6- Requirimiento para las mujeres para llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.

7- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram (su marido y guardián).

8- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.

9- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).

10- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).

11- Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.

12- Prohibición de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).

13- Se prohíbe a las mujeres llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oir los pasos de una mujer).

14- Prohibición de montar en taxi sin su mahram.

15- Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.

16- Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.

17- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas.

18- Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vitosos. En términos de los talibanes, se trata de «colores sexualmente atractivos».

19- Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el «Eids», con propósitos recreativos.

20- Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.

21- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra «mujer». Por ejemplo, el «Jardín de las Mujeres» se llama ahora «Jardín de la Primavera».

22- Prohibición de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.

23- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.

24- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.

25- Se les prohíbe el acceso a los baños públicos.

26- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen son «solo para hombres» o «solo para mujeres».

27- Prohibición de usar pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.

28- Prohibición de fotografiar o filmar a mujeres.

29- Prohibición de publicar imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.

Vetos «unisex»
Aparte de las anteriores restricciones para las mujeres, hay otras legislaciones unisex, como la prohibición de escuchar música, de ver películas, celebrar el tradicional año nuevo (Nowroz) el 21 de marzo (porque la festividad es «pagana», remarcan); tener un nombre no islámico; la juventud se debe rapar el pelo; los jóvenes varones deben vestir indumentaria islámica y llevar gorra, no se pueden afeitar ni recortar sus barbas e impiden el cuidado de pichones y el adiestramiento de aves, describiéndolas como actividades no-islámicas. También está prohibido echar a volar cometas.



«Los talibanes tratan a las 
mujeres peor que a sus animales»

Por MIKEL AYESTARAN. 

La Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán denuncian en una lista de 29 puntos los abusos y restricciones que sufren en ese país.



«Los talibanes tratan a las mujeres peor que a sus animales», así arranca la Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán (RAWA, por sus siglas en inglés) el apartado que dedica en su página web a la situación de las mujeres en el país asiático durante el mandato del grupo fundamentalista entre 1996 y 2001. Las restricciones impuestas por los talibanes completan una lista de 29 puntos que van desde «la completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares», hasta la «prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas», pasando por el uso obligatorio del burka, prenda que ya existía con anterioridad a su llegada. Los legisladores islamistas, que llegaron a un país asolado por una guerra civil en la que los señores de la guerra también ejercieron una «violencia extrema» contra la población femenina, según Rawa, justificaron estas medidas en su deseo de «proteger» a las mujeres.

Mezclando la tradición local –especialmente de la etnia pastún, la mayoritaria en Afganistán- con su particular interpretación de un islam que mira a los tiempos del Profeta, instauraron un régimen que hoy en día perdura en el cinturón tribal que une Afganistán con Pakistán. Malala Yousefzainació en el valle de Swat, zona del norte paquistaní que vivió bajo la dominación talibán del valle del Swat entre 2008 y 2009 hasta que el Ejército lanzó una gran operación para obligarles a retroceder porque se aproximaban peligrosamente a Islamabad. La ley talibán y los combates continuos dejaron a miles de niños sin escuelas y fue en ese ambiente en el que comenzó a redactar su diario para el canal en urdu de BBC.



El clérigo Maulana Fazlula desempeñaba el papel que el mulá Omar jugó en Afganistán en este pequeño valle que se convirtió de la noche a la mañana de lugar turístico en un emirato en toda regla. Además de no ver con buenos ojos «cualquier actividad de la mujer fuera de la casa», como detalla su código de 29 puntos, el hecho de que Malala sea premiada ahora por Occidente ha enojado aún más a unos integristas que tras intentar matarla hace un año en Swat, ahora extienden su amenaza a «cualquier lugar del mundo» porque la califican «enemiga del Islam».



Las veintinueve prohibiciones que 
los talibanes imponen a las mujeres

A. R. / E. M.

Las azotan si no ocultan sus tobillos, lavan la ropa en ríos, se asoman a los balcones o montan en taxi sin su dueño y guardián. Las vejaciones a las que se les somete para «protegerlas y sacralizarlas» son casi inefables


El uso del burka es obligatorio 
para todas las mujeres afganas

El régimen talibán, en su estricta y radical aplicación de la Sharía, ha conservado su poder fáctico en Afganistán dando alas a un trato marginal a la mujer que ha provocado la indignación y el estupor internacional. Es imposible sintetizar en unos puntos el maltrato y abuso permanente al que someten a sus féminas, si bien la RAWA -Asociación Revolucionaria de las Mujeres de Afganistán- ha querido hacerlo en 29 puntos, a cada cual más denigrante, vejatorio y humillante. Con este listado de violaciones de los derechos humanos más básicos, los talibanes aseguran que solo quieren «crear ambientes seguros, donde la castidad y dignidad de las mujeres sean por fin sacrosantas, tal y como recogen las creencias Pashtunes sobre la vida en purdah (práctica para ocultar la vida femenina en público)». Es decir, la creación de un estado sacralizado alrededor de las mujeres supone, para ellos, odiarlas, tratarlas como animales y someterlas durante toda la vida.

La lista con la que la RAWA denuncia en su página web la situación de las mujeres en el país asiático durante el mandato del grupo fundamentalista entre 1996 y 2001 esas restricciones vitales que sufren a manos de los talibán, tal y como publicó Mikel Ayestaran en páginas de ABC, ofrece una visión bastante amplia de lo que puede ser para muchas afganas una existencia infernal; una pesadilla de privaciones y padecimientos, de encarcelamiento en sus propios domicilios. Dice la Asociación que contrasta muy mucho esa vida entre cuatro paredes con la ilegalización vigente de tener pájaros y otros animales en jaulas.


La Asociación Revolucionaria de Mujeres de Afganistán denuncian que a muchas les quitan las ganas de seguir adelante, reduciéndolas a seres cuyo fin único es la procreación y les imponen una serie de restricciones que van desde «la completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares» hasta la «prohibición de imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas», pasando por el uso obligatorio del burka, prenda que ya existía con anterioridad a la llegada al poder de los talibanes. He aquí la lista completa de prohibiciones a las mujeres.

1- Completa prohibición del trabajo femenino fuera de sus hogares, que igualmente se aplica a profesoras, inginieras y demás profesionales. Sólo unas pocas doctoras y enfermeras tienen permitido trabajar en algunos hospitales en Kabul.

2- Completa prohibición de cualquier tipo de actividad de las mujeres fuera de casa a no ser que sea acompañadas de su mahram (parentesco cercano masculino como padre, hermano o marido).

3- Prohibición a las mujeres de cerrar tratos con comerciantes masculinos.

4-Prohibición a las mujeres de ser tratadas por doctores masculinos.

5- Prohibición a las mujeres de estudiar en escuelas, universidades o cualquier otra institución educativa (los talibán han convertido las escuelas para chicas en seminarios religiosos).

6- Requirimiento para las mujeres para llevar un largo velo (burka), que las cubre de la cabeza a los pies.

7- Azotes, palizas y abusos verbales contra las mujeres que no vistan acorde con las reglas talibán o contra las mujeres que no vayan acompañadas de su mahram (su marido y guardián).

8- Azotes en público contra aquellas mujeres que no oculten sus tobillos.

9- Lapidación pública contra las mujeres acusadas de mantener relaciones sexuales fuera del matrimonio (un gran número de amantes son lapidados hasta la muerte bajo esta regla).

10- Prohibición del uso de cosméticos (a muchas mujeres con las uñas pintadas les han sido amputados los dedos).

11- Prohibición de hablar o estrechar las manos a varones que no sean mahram.

12- Prohibición de reír en voz alta (ningún extraño debe oír la voz de una mujer).

13- Se prohíbe a las mujeres llevar zapatos con tacones, que pueden producir sonido al caminar (un varón no puede oir los pasos de una mujer).

14- Prohibición de montar en taxi sin su mahram.

15- Prohibición a las mujeres de tener presencia en la radio, la televisión o reuniones públicas de cualquier tipo.

16- Prohibición de practicar deportes o entrar en cualquier centro o club deportivo.

17- Prohibición a las mujeres de montar en bicicleta o motocicletas.

18- Prohibición a las mujeres de llevar indumentarias de colores vitosos. En términos de los talibanes, se trata de «colores sexualmente atractivos».

19- Prohibición a las mujeres de reunirse con motivo de festividades como el «Eids», con propósitos recreativos.

20- Prohibición a las mujeres de lavar ropa en los ríos o plazas públicas.

21- Modificación de toda la nomenclatura de calles y plazas que incluyan la palabra «mujer». Por ejemplo, el «Jardín de las Mujeres» se llama ahora «Jardín de la Primavera».

22- Prohibición de asomarse a los balcones de sus pisos o casas.

23- Opacidad obligatoria de todas las ventanas, para que las mujeres no puedan ser vistas desde fuera de sus hogares.

24- Prohibición a los sastres de tomar medidas a las mujeres y coser ropa femenina.

25- Se les prohíbe el acceso a los baños públicos.

26- Prohibición a las mujeres y a los hombres de viajar en el mismo autobús. Los autobuses se dividen son «solo para hombres» o «solo para mujeres».

27- Prohibición de usar pantalones acampanados, aunque se lleven bajo el burka.

28- Prohibición de fotografiar o filmar a mujeres.

29- Prohibición de publicar imágenes de mujeres impresas en revistas y libros, o colgadas en los muros de casas y tiendas.

Vetos «unisex»

Aparte de las anteriores restricciones para las mujeres, hay otras legislaciones unisex, como la prohibición de escuchar música, de ver películas, celebrar el tradicional año nuevo (Nowroz) el 21 de marzo (porque la festividad es «pagana», remarcan); tener un nombre no islámico; la juventud se debe rapar el pelo; los jóvenes varones deben vestir indumentaria islámica y llevar gorra, no se pueden afeitar ni recortar sus barbas e impiden el cuidado de pichones y el adiestramiento de aves, describiéndolas como actividades no-islámicas. También está prohibido echar a volar cometas.






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