miércoles, 16 de abril de 2014

752.- ¿Quién teme a Podemos?

Pablo Iglesias Turrión


¿Quién teme a Podemos?

En la organización están eufóricos. Hace 15 días cerraron su proceso de primarias para formar una lista de candidatos a las Elecciones Europeas del próximo 25 de mayo con más de 140 personas. El éxito, valoran ellos, es que frente a las 15.000 firmas que la ley exige para constituirse como partido, han logrado 33.156. "Hemos conseguido hacer las primarias abiertas online para unas elecciones al Parlamento Europeo más participativas de la historia", alardean en su web.

¿Quiénes son Podemos, más allá de Pablo Iglesias o Juan Carlos Monedero, titulares del departamento de Políticas de la Universidad Complutense de Madrid? Politologos muy vinculados a Venezuela (nunca han ocultado sus simpatías por el sistema político del difunto Chavez, del que Monedero fue asesor entre 2005 y 2010), y a los procesos de otros países latinoamericanos cercanos a la órbita cubana, son observados con inquietud también desde los ámbitos académicos. "Lo normal es que se terminen cociendo en su propia salsa. Monedero, el padre ideológico de Pablo, es un personaje que no ha logrado ser admitido con la gloria que él estima que se merece en la izquierda española, ya sea PSOE o IU. Ahora tienen cierta implantación entre estudiantes y barrios periféricos de las grandes ciudades, porque están manejando muy bien el sistema de los círculos, algo muy chavista, en la tendencia marxista latinoamericana. Pero no dejan de ser unos oportunistas ideológicos, populistas peligrosos para un momento de crisis. Por mucho que Jorge Verstrynge haya evolucionado, ya me diréis qué tienen en común el exdelfín de Fraga, contrario a la inmigración, y Willy Toledo, un actor simpatizante del régimen de Fidel Castro". El análisis lo hace un ilustre académico, en tiempos muy vinculado al departamento que ahora manejan Juan Carlos Monedero y Pablo Iglesias.

Más allá de posibles rifirafes académicos, lo que sí parece cierto es que Podemos se conforma poco poco como una amenaza para los partidos institucionales a los que sitúa en "el mercado de las ideologías" -término de Iglesias-. Cuando en algún mitin al profesor y politólogo se le pregunta "¿cuál es la idea fuerza que Podemos debe transmitir a la gente", Iglesias responde que a nadie le dan las cosas hechas y cada círculo debe encontrar su propio camino. O más sencillamente, buscarse la vida.

¿Puede ese saco ideológico, unido a un programa que sirve para los desencantados de cualquier origen, hacer daño a la izquierda? ¿Y a la derecha? "Sus principios parecen sacados de las encuestas, de la lista de principales preocupaciones de los españoles. No hay un componente ideológico claro, pivotan sobre la casta política, el BCE, la troika... Se suman a las demandas ciudadanas. Puede parecer facilón, pero lo cierto es que las ideas que proponen las élites de los partidos no están logrando conectar con la gente. Intelectualmente, el artífice es Monedero, y dialécticamente, Iglesias lo borda", apunta un socialista que ha trabajado con ambos y sigue sus pasos con interés.

Si en su partido caben todos los que quieren barrer el actual sistema de políticos corruptos -lenguaje claro y habitual en los mítines de Podemos- ¿pueden dar una sorpresa en las europeas, les deben temer tanto como empezamos a percibir en algunos ámbitos? "Debemos de ser temidos por los partidos del Régimen de 1978, PSOE, PP, CIU porque son los que están engañando", explica Iglesias, quien descarta a IU como partido que deba de preocuparse por el avance de Podemos puesto que "son compañeros, hemos tenido reuniones con ellos y seguimos trabajando. No vamos contra ellos, compartimos muchos objetivos".

Iglesias, en conversación telefónica, transmite satisfacción por el proceso de primarias, está contento con la variedad de su lista electoral, a la que considera fiel reflejo de cómo es esta sociedad y está convencido de que pueden dar una sorpresa el próximo 25 de mayo. "Hay gente que se conforma con uno, dos o tres diputados. Pero yo soy más optimista. Trabajé como politólogo para AGE en Galicia y nos daban 0,1 diputados y sacamos 9. Nuestra lista a Europa es bien diferente a la del resto de los partidos, somos una representación de lo que es este país y vamos a por todas. No descarto una sorpresa y que PP y PSOE no ganen esas elecciones". En una encuesta de Demoscopia de febrero, la intención de voto de Podemos era del 0,4%.

Pero esa percepción del líder más carismático de Podemos, de que el daño electoral se lo van a hacer a los "Partidos del Régimen del 78" entre los que no está incluida IU, no es compartida por sus colegas. Para Bélen Barreiro, exdirectora del CIS con Zapatero y actual responsable del Instituto MyWord, "por lo que vi en el último observatorio de clima político (generales) diría que sí que obtienen representación y que le roban voto a IU y a la abstención. Pero han pasado varias semanas desde el campo -Barreiro hace el Observatorio electoral para la SER- y es posible que las cosas hayan cambiado, lo sabré pasada la Semana Santa". Pero más allá de los datos demoscópicos puros y duros, para la exdirectora del CIS "el principal potencial que tienen, creo yo, es que han entendido que la división o fractura actual es más 'poderosos/ciudadanos' o 'arriba/abajo' que izquierda-derecha. Esto sí les podría llevar a arrancar algún voto conservador, aunque en mis datos de hace unas semanas eso no se veía".

En cuanto a la posibilidad de arrancarle votos a la derecha, la percepción de otro conocido demoscópico, a menudo responsable de análisis de voto para el PP, Narciso Michavila, es que "si de verdad creen que van a entrar en Europa a costa de ex votantes de CiU o PP es que no lo tienen tan claro. Lo lógico es que capten voto de la abstención de izquierda, un poco de IU otro de PSOE y otro de minoritarios de izquierda. Será voto masculino, menor de 45 años y urbano", destaca Michavila, quien apunta con prudencia que con los datos en la mano de estos momentos "es difícil saber si entra Podemos, pero no es descartable. Igual que EQUO".

CON SYRIZA EN EUROPA

Saquen uno, ninguno o media docena de diputados, lo que se preguntan quienes se sienten amenazados es para qué quieren los líderes de Podemos ir a a la actual Europa, si están radicalmente en contra de las políticas que desde allí se han desarrollado, y son responsables de la lamentable situación de los países como España. "Queremos ir a Europa -explica Iglesias- para dejar de ser una colonia de los países europeos del Norte. Nosotros somos mucho más que el país del sol y de las tapas", imagen con la que los turistas llegan a nuestras costas, según el profesor de la Complutense, quien mantiene que su referente principal en la UE es Syriza, la coalición griega que puede ganar las elecciones en Grecia y cuyo líder, Alexis Tsipras, es para Iglesias un ejemplo: "Me gustaría trabajar con Tsipras en el Parlamento y creo que están a punto de ganar las elecciones con un programa y unas ideas muy cercanas a las nuestras. Por ejemplo, han encargado una auditoría de la deuda griega, algo que me parece muy sensato y una reforma fiscal a fondo, para defender a los de abajo".

Asoma de nuevo el concepto de los de arriba y los de abajo, que Iglesias expone en cada mítin, en cada reunión de 'círculos'. "Aquí caben todos los democratas, partidarios de los derechos humanos. Quien haya seguido mi trayectoria sabe que yo soy de izquierdas, pero esos conceptos en este momento están superados", añade el politólogo. Que son diferentes, dice, lo muestran detalles como lo que piensan hacer con su salario de parlamentarios. "Nosotros solo aceptaremos tres veces el salario mínimo, 1.930 euros y el resto lo pasaremos a las organizaciones sociales".

Parece que más allá de Cañete y Valenciano, en las calles se juega otra partida. Y la incógnita sobre quién se comerá el queso es una de las pocas cosas que pueden resultar interesante. Siempre y cuando la abstención no sea la gran triunfadora.


Pilar Portero y Ana Cañil (Periodistas)

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