miércoles, 10 de junio de 2015

868.- El patriotismo de la impunidad


José Couso en un balcón Hotel Palestina de Bagdad desde el que se ve la plaza Firdus. Marzo de 2003


El patriotismo de la impunidad

Doce años después, tener que escribir sobre el asesinato de José Couso, del que fui testigo, sigue siendo algo doloroso. Pensarle obliga a abrir la despensa de los recuerdos guardados bajo llave.

El patriotismo del PP es así: quiere castigar una pitada al himno español mientras fuerza que asesinatos de ciudadanos españoles como Couso no sean investigados y juzgados.

Los jueces no pueden suplir al legislador, pero la ciudadanía puede cambiar a los legisladores en las urnas.

Por OLGA RODRÍGUEZ 


Doce años después tener que escribir sobre el asesinato de José Couso, del que fui testigo, sigue siendo algo doloroso. Pensarle obliga a abrir la despensa de los recuerdos guardados bajo llave.

Con la memoria del ataque al hotel Palestina de Bagdad en el que nos alojábamos los periodistas occidentales en 2003, con la imagen de José herido, llegan otras vivencias que siguen ardiendo como si hubieran ocurrido hace solo unos meses: el cielo bagdadí rasgado por las estelas de los misiles, las montañas de cadáveres en las morgues, el olor a muertos, los gritos de dolor de las madres huérfanas de hijos, los médicos operando a los heridos en el suelo de los hospitales, el sótano del edificio de mi amiga Badía, donde se reunían los vecinos para hacerse compañía, la muerte de la hermana de Ahmed, la falta de luz y de agua, el terrorífico temblor de la habitación con los bombardeos estadounidenses, el sonido seco del proyectil que pasó tan cerca de mi cuerpo y que mató a José y a Taras e hirió de gravedad a Paul. Aquella invasión militar de Irak abrió las puertas del infierno actual que vive el territorio iraquí.

En estos 12 años han sido mucha las veces que pensamos que la investigación judicial sobre el asesinato de Couso se interrumpiría, a causa de los numerosos obstáculos, incluidos los introducidos por los sucesivos Gobiernos españoles. Hubo políticos que instrumentalizaron la muerte de Couso en busca de votos y se olvidaron de ella cuando llegaron al poder. Los cables de Wikileaks mostraron el interés de EEUU por lograr el archivo del caso y desvelaron las maniobras del Gobierno del PSOE en busca de la paralización de la investigación judicial.

Han sido años de frustración pero también reconfortantes porque nos hemos encontrado con la solidaridad de miles de periodistas de todo el mundo y porque, a pesar de todas las presiones, ha habido personas como el juez Pedraz que han luchado por la aplicación de la justicia y de las leyes. La ley de 2014 que restringe notablemente la jurisdicción universal, junto con la reciente  sentencia del Supremo que impide juzgar el genocidio del Tíbet, obliga ahora a Pedraz a cerrar el caso, pero el magistrado ha querido dejar claro en su auto que lamenta la decisión –"el flexo no podrá mantenerse encendido", ha escrito– y que el caso Couso es un crimen de guerra.

El 'patriotismo' del PP es así: quiere castigar una pitada al himno español mientras fuerza que asesinatos de ciudadanos españoles no sean investigados y juzgados. Multa a personas por ejercer su derecho a manifestarse mientras cede soberanía nacional a organismos financieros internacionales. No me cabe ninguna duda de que son muchos los españoles que no comparten este patriotismo sui géneris, dispuesto a arrodillarse ante intereses ajenos mientras se olvida del honor de defender los propios.

Como recuerda en su auto de este martes el juez Pedraz, resulta paradójico que el Gobierno español restrinja la jurisdicción universal mientras que el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas, del que España forma parte, acaba de aprobar una resolución "que insta una mayor protección a los periodistas en los conflictos armados".

La nueva norma aprobada por el PP conlleva que ante crímenes contra periodistas, cooperantes o personas españolas consideradas como población civil ni la Fiscalía ni los familiares de las víctimas puedan solicitar la apertura de diligencias en España ni para investigar los hechos, ni para identificar a la víctima ni para solicitar la autopsia. Si ustedes como civiles son víctimas en el extranjero de crímenes de guerra, de tortura o asesinatos extrajudiciales por parte de otro Estado, el Gobierno español les abandonará por completo. Sus familias no tendrán derecho ni a investigación judicial, ni a identificación ni a autopsia en España. El insulto es máximo.

El magistrado Pedraz lamenta que "pese a que existen múltiples esfuerzos y recomendaciones a nivel mundial para perseguir y sancionar este tipo de delitos, (...) el delito quedaría impune. La decisión del legislador será discutible y podrá provocar debates en torno a tal impunidad, no solo para el presente caso sino para otros posibles, mas no corresponde a los jueces suplir al legislador". Es cierto. Los jueces no pueden suplir al legislador, pero la ciudadanía puede cambiar a los legisladores en las urnas.

El caso Couso no es solo el caso sobre el asesinato de José Couso por parte del Ejército estadounidense, sino el caso sobre la defensa de la libertad de información como un derecho fundamental. Porque una sociedad mal informada es fácilmente manipulable, porque una guerra sin periodistas es una historia de propaganda. Porque el cierre de este caso abre las puertas a nuevos crímenes de guerra contra periodistas españoles. El Gobierno del PP quiere que salga gratis.

PD: La familia Couso ha anunciado que agotará todos los cauces judiciales y que está dispuesta a llegar al Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo. Gracias a todas las personas que han estado cerca de este caso judicial durante estos 12 años, gracias a quienes se han interesado por ello y a quienes han sabido comprender la trascendencia del mismo. Seguimos.




Reclaman Justicia para Couso 12 años después de su muerte, ante la embajada de EE.UU.



Justicia para Couso

Puede que no haya juicio para el caso Couso pero aún puede haber algo de justicia. No existe reforma legal capaz de impedirnos condenar a quienes votaron y aplaudieron la Guerra de Irak

Por Antón Losada  


El juez Pedraz ha archivado el caso Couso. Lo hace aplicando la jurisprudencia establecida por el Tribunal Supremo al ordenar a la Audiencia nacional cerrar el caso Tíbet, al constatar la falta de competencia de los tribunales españoles tras la reforma de la justicia universal aprobada por el gobierno de Mariano Rajoy.

Con el archivo, quedan sin efecto las órdenes de detención internacional contra los tres militares del Ejército de Estados Unidos procesados por delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado y Homicidio. Los presuntos asesinos del cámara José Couso ya nunca serán juzgados ni deberán responder por sus actos.

No habrá juicio para esclarecer un crimen de guerra cometido para dejar claro que la única información que valía era la oficial, que resultaba más prudente no hablar de los civiles muertos, los bombardeos indiscriminados o la operación de saqueo gestionada por las empresas privadas que se quedaron con la contrata de la Guerra de Irak.

La justicia universal vuelve a perder ante su peor enemigo: el cinismo universal. Los mismos que se rasgan las vestiduras ante las violaciones de los derechos humanos en Venezuela, callan ante Guantánamo o aplauden, ríen las gracias, hacen reverencias y van de caza con los sátrapas Arabia Saudí, Egipto o China únicamente por asegurar mercados y negocios y así vender unos trenes, unos zapatos, unos condones o unas naranjas más. Nuestros principios democráticos valen lo que vale su PIB.

Puede que no haya juicio para el caso Couso pero aún puede haber algo de justicia. No existe reforma legal capaz de impedirnos condenar a quienes votaron y aplaudieron la Guerra de Irak. No existe ley que nos prohíba acusar a un gobierno que, no sólo ha ayudado a encubrir a los criminales e impedir que sepamos la verdad, sino que impone cada día la pena de silencio, censura y olvido a la memoria de José Couso y a toda su familia. 

José Couso, muerto el 8 de abril de 2003, junto con otros periodistas, por el fuego de un carro de combate de EE UU que bombardeaba el Hotel Palestine, uno de los emplazamientos de la prensa en Bagdad. Un cámara gallego asesinado por hacer su trabajo y a quien quieren que olvidemos y no honremos como la víctima que fue de aquella guerra cruel, inmoral y extraordinariamente lucrativa para quienes la apoyaron. No le olvides.



Ferrol recuerda a José Couso y pide justicia tras doce años de un 'crimen atroz'



El juez Pedraz propone el cierre del caso Couso a causa del fin de la justicia universal

La familia del periodista anuncia que recurrirá la decisión y llegará si es preciso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos

La coordinadora de Esquerda Unida de Galicia, Yolanda Díaz abraza a Quico Permuy, tío de José Couso, en el homenaje en la plaza de Ferrol que lleva su nombre.

El juez Santiago Pedraz ha concluido la investigación del caso Couso con la decisión de elevar a la Sala de lo Penal la propuesta de cerrar la causa. En ese sumario están procesados tres militares norteamericanos por el ataque al Hotel Palestina en Bagdad el 8 de abril de 2003 en el que murió el cámara de Telecinco José Couso y el ucraniano Taras Protsyiuk. Los militares estaban siendo investigados por delitos contra las personas y bienes protegidos en caso de conflicto armado, en concurso con delito de Homicidio. 

En un auto, Pedraz justifica esta decisión por la reforma de la ley de jurisdicción universal y, en especial, por la sentencia del Tribunal Supremo que puso fin a la investigación de los delitos cometidos por las autoridades chinas en Tíbet. El juez recuerda que esa sentencia se dictó por unanimidad y sin votos particulares, y además se decía en ella "que la misma es extensible a procedimientos con similar fundamento".

Pedraz lamenta que los procesados no puedan ser buscados ni investigados, a pesar de que "queda constatado que existen suficientes indicios racionales de que los procesados serían autores de los delitos señalados". El juez deja claro quién es el responsable: la nueva norma impide la persecución de cualquier crimen de guerra cometido contra un español, "salvo en el difícil supuesto de que los presuntos criminales se hayan refugiado en España".

Indignación de la familia de Couso

La familia del periodista ha anunciado que recurrirá la decisión y llegarán si es preciso al Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Familiares y amigos han dicho en un comunicado que están "desolados, indignados y decididos a no tirar la toalla". 

"El Gobierno cambió la ley para proteger a los asesinos de mi hermano", afirma David Couso, hermano del reportero asesinado. "Fue un cambio de ley hecho a la carta, para favorecer a determinados criminales como los militares estadounidenses que acabaron con la vida de mi hermano y también de genocidas como los responsables de decenas de miles de muertes en el Tíbet y en otras naciones".

Couso destaca que los argumentos empleados por el juez Pedraz confirman que hay indicios sólidos para que los responsables del ataque al hotel sean procesados, y que sólo la "impunidad" creada por la reforma de la ley de justicia universal les permitirán librarse del proceso judicial: "A Pedraz le ha obligado a cerrar el caso el Partido Popular con su antidemocrática reforma".

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